Bien podría ser este el título de alguna nueva canción de Alma Rota, pero no es así (al menos de momento). Se trata más bien de la mejor descripción que se puede dar del mini concierto acústico que el pasado 13 de agosto en Navafría City ofrecimos a los amigos que se arrimaron para escuchar algunos de nuestros más conocidos temas.

Aprovechando la inmejorable coyuntura, armados de guitarra acústica, darbuka y un sinfín de whistles y gaitas repasamos algunos de los temas de Alma Rota así como viejos clásicos de los Pipos Cortos. Amparados en la oscuridad de la noche y en el calor que daba a nuestras gargantas el amor del alcohol y los amigos, tocamos, cantamos y soñamos Alma Rota.

La cita era propicia pues estábamos todos… el pasado, el presente y quien sabe si el futuro del grupo, eran fiestas y la música fluía. Jimix, Santoyo, Chus, Lubo y algún que otro Duendecillo compartimos lo mucho o poco que sabemos con viejos amigos como Manolín que cantó y tocó la guitarra como antaño y Adri que nos aportó el ritmo necesario con su darbuka. Lástima que nuestro guitarra Ángel y nuestro exguitarrista Jaime se perdieron la cita por unas horas pues se habían ido de Navafría esa mañana

El repaso recorrió todo lo que nos vino a nuestra descolocada cabeza: Demasiado tiempo, Feliz, Enganchado en el alcohol, Dime a mí, No te olvides, En el infierno… y otros clásicos como Historias de un viejo amigo de los Pipos Cortos. Tampoco podía faltar La senda del tiempo de los Celtas Cortos, aprovechando nuestro encuentro con su compositor César Cuenca la noche anterior.